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Entre caladas


Ya hacía horas que la botella de Remelluri palpitaba en nuestro sexo, y eso que fue el primer vino que no compartimos boca a boca. Para compensar, los latidos acelerados del corazón no hacían más que colaborar al reparto del alcohol en nuestros cuerpos. Lanzados, íbamos lanzados y juro que te hubiera follado en cualquiera de esos sitios, y juro que lo hubiera hecho de llevar falda o vestido como te juro que estoy mojada de recordarlo.

El "vamos a casa" sonó de muerte.

Túmbate en mi cama, relájate y ábreme bien las piernas cariño, que esta mamada va entre caladas. Aguántame el cigarrillo moderno y ve fumando de él, que yo ya le he dado unas caladas y empiezo a notar los tórridos efectos. Ahora quiero que los sientas tú mientras me sientes a mí fumando de tu sexo. Y voy a ir despacio, esta noche no tenemos prisa, y quiero provocarte haciéndote esperar.

Sabes que primero me gusta repasarte con la lengua para llenar mi boca de tu sabor, ese sabor destilado en ese preciso instante en que, atrapados en nuestra morbosa espiral, damos rienda suelta a nuestros deseos, saltándonos normas, obviando la hipocresía y las rectitudes morales. Sabes también que después me gusta meterla entera y jugar con ella y mi lengua dentro de mi boca para sentirla crecer, moviendo levemente los labios para aprisionarla dentro, dejándole muy poco espacio para la expansión obligándola a clavarse en mi garganta, haciéndome salivar exageradamente, humedeciéndote más y prácticamente ahogándome.

Fuma...y dame una calada, siente mi mirada lasciva clavada en tus ojos exhalando el humo mientras tu sexo aguarda tenso y húmedo a que continue jugando en él.


Bésame, y sigue fumando tú. Sigo yo contigo...

Deslizo la lengua por tu polla alzada desde arriba, y bajando suave, aprieto con mis labios fuerte e incremento el ritmo unos segundos, te dejo, quiero otra calada, y voy a por tus huevos que cuelgan relajados, a por tu culo que reclama a gritos atenciones, dejo saliva allá por donde paso y me ayudo con las manos para darte todo el placer. La clavo en mi garganta y permanezco allí aguantándote, la suelto, tensa te golpea y vuelvo a buscarla para seguir mamando, vuelvo a clavarla con fuerza para después continuar lamiendo suave, y otra vez con fuerza, poco a poco vas tomando cartas en el asunto, poco a poco el juego cambia, y en vez de chuparte la polla, me estás follando la boca, mira que eres impaciente, siento la fuerza de la espiral del morbo en tus empujones contra mi cara, tus gemidos llenan la habitación y tu semen mi garganta. Te abrazo.


- Cariño, no hay forma de que lo hagamos con calma.

Comentarios

  1. Hoy no hubiera esperado a que vinieses Tú a catar el vino, hoy iría yo a verte con un par de Gran Reserva, de esos que tanto te gustan.

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  2. Me voy a permitir dedicar este post a aquellos que intentan sin fruto cambiar mi contraseña de messenger, a los que dejan comentarios anónimos con faltas de ortografía (¿demasiado polvo en la nariz?) que jamás son publicados, a los de los correos amenazantes y a los que patalean atacando.

    A todos esos que nunca, NUNCA, me tendrán, mi más sentido pésame, desgraciados :)

    PD: He instalado google analytics a fin de detectar la ip de los comentaristas anónimos, de ahí, a delitos informáticos. Salud.

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  3. Iba a deleitarme en la composición de la escena, pese a no acostumbro a incluir el tabaco en los anuncios de combate horizontal (estupendo combate y sí, alguna vez habría que dejarse llevar por la paciencia)..pero visto tu comentario-dedicatoria voy sencillamente a partirme de risa (a pesar de que probablemente no tenga mucha gracia) y a imaginarte la mirada incisiva mientras escribías esas palabras...
    :-D

    Besotes y cuidado con el gas, que al parecer luego los vecinos se llevan sustos y se acaba saliendo en las noticias
    :-)

    PD: si te siguen tocando los ovarios con ataques, avisa...se me ocurren un par de ideas...o tres...
    ;-)

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  4. Joder que mamada... la verdad que en la vida hay tipos con suerte...

    besos morbosos

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  5. Anónimo4/2/08, 1:32

    Quueeeeeee maravillaaaaaaa

    Bien marta PC, esplendido texto, no deberias dejar de escribir nunca.... y yo que lo lea claro.

    Y al afortunado que recibo tal sesión de lujuria me gustaría conocerlo

    Y a ti

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  6. Cariño, un anónimo quiere un autógrafo tuyo :)

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  7. Felicidades de nuevo. Ya no es que escribas bien, que lo haces, si no que además tu forma de mirar (o la forma de mirar de aquella marta que en el anterior post advertían)tu forma de mirar todo esto tiene de todos los colores: sexualidad, erotismo, crueldad, morbo, cariño aunque no lo parezca a veces, ... en fin... cada vez que regreso a este blog a descubrir más me sorprendo. Salut.
    pd: (sin saber nada de nada y con todo el respeto del mundo... Pero quizas tiene algo de razón la anterior entrada del blog, no sé por qué me da que sí, que esos cuerpos devoran la vida aunque sean felices haciéndolo)

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  8. Buen post sí.Qué hay de nuevo pájara?
    Un beso.
    Edmundo.

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No era aquel lecho sino un cóctel de brasas humeantes, humedades aún recientes y cuerpos entrelazados, doblegados y languidecidos por los excesos carnales que con nocturnidad y alevosía se habían extendido hasta bien entrada la madrugada. El la, todavía despierta, permanecía quieta con los ojos cerrados sintiendo aquel cuerpo llameante descansar junto al suyo, sintiendo en la piel el ardor que probaba que la noche se había encarnizado con el amanecer. Sus enrojecidas nalgas le quemaban al roce de las sábanas y el hormigueo en los pezones le traía a la mente aquellos dientes que los hostigaban horas antes. La templada humedad de los fluidos de la lujuria que impregnaban la cama aliviaba el calor de los recuerdos que a modo de fotogramas revivía excitada, relamiendo el cóctel de sabores que persistían en su boca y haciéndola desear una exhibición completa ante el espejo a fin de detectar y disfrutar todas y cada una de las marcas visibles que aquella noche y la pasión, a modo de trofeos

Mi musa

Estaba escondida entre las sábanas, esperando hacer arte del sexo, trazar líneas al contacto de nuestra piel, llegando a ser..., convirtiéndose..., convirtiéndonos, en suspiros huídos al aire, bosquejando un fondo únicamente difuminado por la respiración que se nos agita, por gritos ahogados que nos acompañan, mutuos, sin darse tregua, dejando constancia en este papel que es la cama, esbozando en ella arrugas húmedas perfiladas al unísono por dos cuerpos que, transformando las ganas en trazos, crean siendo uno sólo .