Ir al contenido principal

Xq



¿Por qué mi blog se llama "A vista de pájara"?.

Porque dicen que soy muy rara. Porque siempre que aporto mi punto de vista a una conversación me miran de forma extraña. Porque no entiendo que eso que yo veo tan sumamente lógico y de sentido común sea tan difícil de entender para tantos. Porque no tengo intención alguna de cambiar el modo de ver.

Abro un paréntesis.

Fuí a acompañar a un amigo a graduarse la vista. El pobre tiene miopia galopante. Ya que estaba allí decidí hacerme una revisión.

- ¿Qué se nota? - dice el óptico.

- Veo de más - contesto impasible.

- ¿¿De más?? - con la misma cara de asustado que este.

- Sí...a veces veo cosas que quisiera no ver - con carita de buena pero convencida de lo que digo.

- Hija mía - tono paternal total - ¿has probado a cerrar los ojos de vez en cuando?.

Cierro paréntesis.

No, no quiero cerrar los ojos. Porque paso obstinadamente de seguir la corriente. Porque odio las normas que nos convierten en rebaño, porque desde aquí arriba todo es más pequeño. Porque ojo avizor te dan menos por culo, o más, pero sólo bajo pedido. Porque he perdido demasiado manteniendo mi actitud como para hacer modificaciones a estas, nunca mejor dicho, alturas. Porque como mujer estoy realizada, porque como persona he cumplido el cometido. Porque lo que resta es puro juego y diversión, porque se es más libre y practicamente no hay obstáculos. Y porque aunque todavía no existías cuando le puse el nombre, adoro sobrevolarte a escondidas.

Comentarios

  1. Todos los días se aprende algo...aunque espero que pensar distinto, que es algo genial y muy adecuado para escapar del rebaño no sea sólo por llevar la contraria.
    ;-)

    Besos desde el suelo, el presupuesto no daba para alas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¿Cómo lo ves?

Entradas populares de este blog

Post

No era aquel lecho sino un cóctel de brasas humeantes, humedades aún recientes y cuerpos entrelazados, doblegados y languidecidos por los excesos carnales que con nocturnidad y alevosía se habían extendido hasta bien entrada la madrugada. El la, todavía despierta, permanecía quieta con los ojos cerrados sintiendo aquel cuerpo llameante descansar junto al suyo, sintiendo en la piel el ardor que probaba que la noche se había encarnizado con el amanecer. Sus enrojecidas nalgas le quemaban al roce de las sábanas y el hormigueo en los pezones le traía a la mente aquellos dientes que los hostigaban horas antes. La templada humedad de los fluidos de la lujuria que impregnaban la cama aliviaba el calor de los recuerdos que a modo de fotogramas revivía excitada, relamiendo el cóctel de sabores que persistían en su boca y haciéndola desear una exhibición completa ante el espejo a fin de detectar y disfrutar todas y cada una de las marcas visibles que aquella noche y la pasión, a modo de trofeos

Mi musa

Estaba escondida entre las sábanas, esperando hacer arte del sexo, trazar líneas al contacto de nuestra piel, llegando a ser..., convirtiéndose..., convirtiéndonos, en suspiros huídos al aire, bosquejando un fondo únicamente difuminado por la respiración que se nos agita, por gritos ahogados que nos acompañan, mutuos, sin darse tregua, dejando constancia en este papel que es la cama, esbozando en ella arrugas húmedas perfiladas al unísono por dos cuerpos que, transformando las ganas en trazos, crean siendo uno sólo .

Entre caladas

Ya hacía horas que la botella de Remelluri palpitaba en nuestro sexo, y eso que fue el primer vino que no compartimos boca a boca. Para compensar, los latidos acelerados del corazón no hacían más que colaborar al reparto del alcohol en nuestros cuerpos. Lanzados, íbamos lanzados y juro que te hubiera follado en cualquiera de esos sitios, y juro que lo hubiera hecho de llevar falda o vestido como te juro que estoy mojada de recordarlo. El "vamos a casa" sonó de muerte. Túmbate en mi cama, relájate y ábreme bien las piernas cariño, que esta mamada va entre caladas. Aguántame el cigarrillo moderno y ve fumando de él, que yo ya le he dado unas caladas y empiezo a notar los tórridos efectos. Ahora quiero que los sientas tú mientras me sientes a mí fumando de tu sexo. Y voy a ir despacio, esta noche no tenemos prisa, y quiero provocarte haciéndote esperar. Sabes que primero me gusta repasarte con la lengua para llenar mi boca de tu sabor, ese sabor destilado en ese preciso instante