...que nada fue igual después. Le quería tanto, que jamás volvió a sentir (tener) amor similar. Le quería tanto, que arrugó todas y cada una de las líneas de expresión de su cara con un desconsolado llanto que nada solucionaría, pero que tanto demostraba. Le quería tanto, que cada fracaso amoroso posterior, era una victoria merecida. Tanto, que impregnó de él toda derrota posterior. Tanto, que todavía no es momento, siquiera de esto.
"Unos dicen que soy muy buena. Otros que soy muy mala".

Vergüenzas...qué te habrá pasado?
ResponderEliminarGolpes de realidad....es lo que tiene cuando una camina dos palmos por encima del suelo, que cuando bajas, flipas.
ResponderEliminarTODO ES PARTE
ResponderEliminar