Lo cierto es que entiendo perfectamente las reacciones. Mismamente yo, sin ir más lejos, también soy un fruto del despecho. También podría escuchar tangos hasta deshidratarme. Y podría liarme a emails amenazantes, exigiendo que se me quiera, que se me tenga en cuenta, y gastarme el sueldo en sms exigiendo un hueco en la vida de la persona que mueve mis hilos. Podría patalear, gritar, llorar, cantar saetas al alba, pasar noches desvelada, y los días sonámbula, abstraerme sólo en él y no avanzar, dejarme caer hasta lo más hondo, tocar fondo y seguir aún ahondando en él. Tendría motivos suficientes para estar tan encabronada o más que mis despechados propios, pero....yo soy una tía práctica.
No era aquel lecho sino un cóctel de brasas humeantes, humedades aún recientes y cuerpos entrelazados, doblegados y languidecidos por los excesos carnales que con nocturnidad y alevosía se habían extendido hasta bien entrada la madrugada. El la, todavía despierta, permanecía quieta con los ojos cerrados sintiendo aquel cuerpo llameante descansar junto al suyo, sintiendo en la piel el ardor que probaba que la noche se había encarnizado con el amanecer. Sus enrojecidas nalgas le quemaban al roce de las sábanas y el hormigueo en los pezones le traía a la mente aquellos dientes que los hostigaban horas antes. La templada humedad de los fluidos de la lujuria que impregnaban la cama aliviaba el calor de los recuerdos que a modo de fotogramas revivía excitada, relamiendo el cóctel de sabores que persistían en su boca y haciéndola desear una exhibición completa ante el espejo a fin de detectar y disfrutar todas y cada una de las marcas visibles que aquella noche y la pasión, a modo de trofeos
Ay, ay, ay, milongas lisonjeras que a mis oídos venís...dejadme con mi dolor a solas¡¡¡¡¡
ResponderEliminarHay un librico que se titula" El arte de amargarse la vida"...ese es el único arte que no dominas xoxi, el de amargarte.
Para eso ya hay otros y otras que haciendo gala a ese amargamiento producido por el desamor, te mandaría a ti a tomar por donde amargan los pepinos... uf que ya estoy yo también notando amargor en las letras...
De qué iba esto? de amargaos?...me he liao...jejeje como siempre.
laotraxoxi.
cuerpo...a ti es que no te gusta por donde amargan los pepinos ?
ResponderEliminar;)
Una tía práctica y lista....
ResponderEliminarbesos morbosos
Mujer, para qué escuchar tangos, cuando se pueden bailar...
ResponderEliminarBesos sin fondo
Mas que escuchar tangos pretendo bailarlos contigo, dime como puedo disfrutar de tu esencia.
ResponderEliminarAnónimo...aquí !
ResponderEliminar¿Porqué para que en todo esto hay algo que es mentira?
ResponderEliminar¿Me puede repetir la pregunta?
ResponderEliminarpero....yo soy una tía práctica.
ResponderEliminarHaces bien. El que más y el que menos se ha sentido despechado alguna vez. Y alguna que otra ha sido el causante del despecho. Pretender que otro se amolde siempre a tus intenciones, es utópico. Así que lo práctico es pasar página, y a otra cosa. Si ese paso de página deja atrás un montón de tangos y demás manifiestos de aflicción, bienvenidos sean, siempre es algo. Y si es un aluvión de quejas e insultos, pues lo dicho, los pepinos.
Pero lo práctico es tirar hacia adelante, un desgarro más, otra experiencia de la que aprender, y a seguir viviendo. Y si no, como ya comenté, queda el camino del ermitaño.
Me gusta el final: una tía práctica; sí; ¿para qué perder el tiempo, el dinero y hacer el tonto? Tienes toda la razón.
ResponderEliminarBss